domingo, 2 de marzo de 2014

PUEBLO MÍO Nº.- 1


¡Pueblo mío!
De ti, una noche plateada,
me llegó la inspiración como cascada,
arrasando los diques de mis sueños,
y le diste a mi mente una saeta,
que brilló en el cielo cual cometa,
dejando tras su cauda pensamientos bellos.
¡ Pueblo mío!
Tu que tienes en tus cielos buenos vientos,
tú que tienes en tus viejos bellos cuentos,
has de mí tu cantor bien entonado
para cantarte como nadie te ha cantado,
quiero decirle a todos que tú tienes
en tu nombre uno de tus mayores bienes,
que es tan limpio, moreno y tan hermoso,
como lo es de tus mujeres el rebozo,
que tú llevas en tu sangre la alegría
y el gusto enorme de llevar por nombre,
el de María.
¡Pueblo mío!
Me gustas porque en ti el sol,
deja caer sus oros de baraja
sobre el rojo techo de tus casas bajas,
y porque en tus lomeríos
brilla de verde tu milperío,
y porque bajo tus frondosos mangos
se escuchan hay veces sonoros guapangos,
¡Pueblo mío!
Me gustas, porque tienes tu río,
en donde el Bobo y la Trucha, se ríen del frío
cobijándose en el limo de tus lajas.
¡Pueblo mío!
Me gustas más de la cuenta,
porque tienen tus gentes
el don preciado de ser indulgentes,
que si te ofrecen la mano de amigo,
ponen al cielo siempre de testigo,
y por que en los ojos ardientes de tus mujeres
se ocultan hay veces prohibidos placeres,
y en las manecitas tiernas de tus niños,
hay suaves caricias pletóricas de cariño.
¡Pueblo mío!
De ti, una noche plateada
me llegó la inspiración como cascada
arrasando los diques de mis sueños,
y le diste a mi mente la luz cierta
que alumbró mi senda ya desierta,
y desde entonces en mi ser repiquetea,
como un son hermoso tu nombre,
¡Pueblo mío! ¡María Andrea!


Cosamaloapan, Ver. 1º De Noviembre de 1983.



PUEBLO MÍO  Nº. 2



Si hay algo que me gusta
¡Pueblo mío!
Es caminar por tus calles empedradas
y en las mañanitas mojarme con el rocío
prismado con colores de madrugada,
y al mirar tus cerros circundantes
brumados de azul como con humo,
aspirando tus perfumes embriagantes
tus bellezas en mis versos yo resumo.
Me gusta tú quietud tan provinciana,
tu serena actitud ante la vida,
tú tienes una paz que te engalana
y que es para tus nativos muy querida.
Si hay algo que me gusta ¡Pueblo mío!,
es escuchar en tus tardes la algarabía
de los tordos que anidan en tus frondas,
y llenarme con aroma de panadería
que inunda tus calles como en ondas,
me gusta tu soleada transparencia
y el cascajal de tu río rumoroso,
que calienta e incita mi conciencia
a escribirte mis versos sin reposo.
Me gustas, pues de tus humaredas
de fogones campiranos brota hermoso,
el aroma de tus guisos provincianos,
los que incitan por saberse tan sabrosos.
Me gustas, pues tus hembras,
que en amores son fecundas y cabales,
son de tus calles las mejores prendas
para el que sueña con amores reales,
y tus hombres que al fletarse
en el trabajo que templa sus almas,
se entregan, pues saben que al darse
reciben del triunfo honrosas palmas.
Me gustas, pues tienes
en tu gente tu mayor tesoro,
que viven tranquilos gozando los bienes
que tu le ofreces, pues
valen más que el oro.
Así es María Andrea,
me gustas un mundo y sigues cabiendo
en mis entenderes y mis trovaderas
y así entre mis versos, seguirás teniendo
el lapso que amplíe, todas mis quimeras.



Noviembre 30 de 1988.

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