viernes, 7 de marzo de 2014

III

El sol clarifica el ambiente metiéndose hasta donde puede entre los rincones y resquicios de las casas, como un curioso duendecillo buscando canicas, agujas y pedacitos de vidrios. Cosas con los que se hacen embrujos. Cosas que siempre se extravían y solo el sol sabe donde se encuentran. Son sus tesoros, puesto que solamente el las mira de cuando en vez y las busca cada vez que puede. El sol es muy curioso, siempre busca bajo las frondas algo que observar y se mete por las rendijas de los cuartos y habitaciones oscuras, rastreando hay veces con sus delgados rayos, las briznas de polvo de oro que en el ambiente flotan invisibles para los ojos de las criaturas normales. El sol es muy curioso y por curioso a veces peca de indiscreto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario