lunes, 10 de junio de 2013

II


Un pequeño insecto llegó a mis manos, es como de un centímetro de largo, angosto, de color anaranjado y negro. Su concha es rayada y de los mismos colores. Entre el cuerpo y la cabeza tiene una sección que le da personalidad, pues es anaranjada con un pequeño puntito negro en el centro. Su cabeza es pequeñita con dos mínimas antenas que mueve mucho al caminar. Tiene seis patas con las que se mueve con agilidad. De pronto me sorprende, pues de su vientre nace luz. ¡Es una pequeña luciérnaga! que accidentalmente me vino a visitar esta nochecita de Octubre, fría y lluviosa. El pequeño insecto levantó el vuelo de repente y se llevó en su pequeña luz mi gran esperanza, que se agigantó más por la oscuridad de la noche.

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