jueves, 1 de mayo de 2014

UN SER ESPECIAL


Desde mi atalaya, contemplaba ufano el amanecer. Era aún invierno. Una fresca brisa que había empezado como a las doce de la noche, movía el follaje de palmeras y árboles, produciendo un susurro agradable. El sol lanzaba sus oros como saetas  raudas bajo los follajes como buscando insondables misterios que la noche había cobijado con su sábana obscura. Una tenue neblina brotaba de los humedales, vaporoso vestido común de estas tierras hermosas, esa ves en que miré lo que relato.
Casi sobre el filo del despeñadero con ramas de Ojite y Palo blanco, había formado un discreto e invisible parapeto, que se confundía notablemente con el paisaje circundante, integrándose  perfectamente a los colores y sombrajes de esa parte del hermoso lugar.
Había a permanecido en él por tres días y noches, escuchando y mirando todo lo que podía de los habitantes de la fronda, entre los que había apreciado aves como los Picos Reales, Pájaros Cu, Picos de Canoa, Totocalcas, Pájaros Carpinteros, Azulejos, Cardenales, Calandrias, Primaveras, Tullonas, Palomas de anda pié, moradas y azules, Torcazas, pájaros uveros; ví también unos enormes zopilotes reales, Cojolites, Faisanes, Chachalacas, Papanes reales, y Papanes comunes, aunque son de los habitantes del bosque  los más curiosos y escandalosos, no me descubrieron  jamás en mi bien diseñado escondite.
Por el sendero que discurría abajo de mi observatorio pasaron Mapaches, Tejones, Jabalíes, Osos hormigueros, Venados de tres clases, Cola blanca, Temaza tes, y Cuernicabra, Pumas, Tigrillos, Guepardos, Cincos, Onzas, Tigres, Martuchas, Perros de agua, Coyotes, Armadillos, Tlacuaches, Zorras, Tepechiches, animales todos que se distinguen entre la basta fauna de esa región tropical
Pero lo mas impactante, raro y misterioso que observé, y que creo por una gran casualidad y especial oportunidad, fue a un personaje único. A un ser humano único, misterioso, diferente y raro, que furtivamente pasó bajo mi observatorio esa mañanita fresca y sombría. Él venía en silencio como una leve y flotante sombra entre las sombras. No producía ningún sonido al avanzar por el sendero casi invisible cubierto de hojarascas. Era un ser humano de talla mediana., de tez broncínea, cabellera larga y negra, que portaba atada con unas cintas de piel  atrás de su nuca. Distinguí sobre una de sus orejas un adorno que era una gran garra de algún animal, adornada con plumas rojas. Sobre el puente de la nariz una gran espina recta ó cuña de madera le atravesaba la piel, de la que guindaban unos adornos, como huesillos de algún fruto y que simulaban cuentas redondas. Iba casi desnudo, sobre sus genitales traía puesto un pedazo de piel suave de color ocre que se los sujetaba y cubría, y que en la parte trasera se le metía entre las nalgas saliéndole rumbo a la cintura en dos delgadas tiras con las que se sujetaba bien amarrada  dicha prenda. Le colgaba de la cadera izquierda una bolsa cuadrada, que se notaba llena de sus pertenencias.
Como arma portaba una larga vara de madera oscura que se notaba dura, con ambas puntas aguzadas y nada más. Así de simple era su indumentaria, mas, este personaje por su ligereza al marchar sobre la trocha, se integraba al paisaje tan armónicamente como una parte integral y especial del monte, mostrando con ello que este era su hogar.
Pasó tan discreto, rápido y silencioso, como una leve sombra bajo el paisaje manchado de la bajo sombra de los árboles, que ahora me parece como si no lo hubiese visto, como si solamente lo hubiera imaginado, mas los detalles que apunto, se me quedaron grabados en la mente y he meditado mucho al respecto analizando que deben existir en todos los lados del mundo, en todos los montes selvas y terrenos, animales y seres  como este. Que son discretos, tímidos y solitarios, habitantes que disfrutan de la
soledad viviendo en los límites de lo habitable, conservando su independencia sobre la raza humana actual. Seres que viven en las orillas del tiempo, huraños solitarios, los que
habitando siempre en las sombras se convierten también en sombras. 






S.a.C.f.                                                                  Altamira, Pue. Diciembre del  2001.

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